viernes, 16 de marzo de 2012

Trabajar de ‘lo mío’


Llevo ya casi casi tres meses en España. Y la verdad, el parón ya empieza a molestar… Vale, tengo algunos proyectos, pero nada me da dinero, más bien es por amor al arte.

Todo lo que he conseguido en estos tres meses es hacer una prueba para otra beca del mismo banco que me pagaba la primera. Otro año en otro medio, y no me cogieron. Pero la verdad, me preocupó más bien poquito. Sencillamente no me apetecía. “Ya me va tocando cotizar”, pensé cuando me dieron el No.

Pero mis humildes ahorritos se van secando, y llega esa pregunta que no debería haber llegado nunca. “¿Busco curro de cualquier otra cosa?”, “¿Me apetece volver a poner copas o vender cosas que nunca te comprarías por teléfono?”. (Lo que hice mientras estudiaba para pagarme el alquiler).

La verdad es que da mucha pereza, pero si toca, toca. La cuestión es que abandonar la esperanza de trabajar de “lo mío” (entiéndase este pronombre posesivo como “aquello por lo que estudié, me formé, y tengo vocación”) es algo triste. Y no nos engañemos, con la competencia, hoy día trabajar de “lo tuyo”, también está difícil.

Pero nada, tocará retocar el currículum, desechar ese PDF que me hice con fotos y textos de mi cosecha (en plan soy muy molón, original y debéis contratarme) por el Currículum en Word de toda la vida, con foto pegadita con cola de barra.

Como aún no he terminado la carrera, me pondré de eterno estudiante, y… ¡que tiemble el sector servicios de Barcelona!

No hay comentarios:

Publicar un comentario